Esta actuación se proyecta sobre un solar entre medianeras, con una superficie de 1.086 m², de planta irregular en forma de “L” y topografía sensiblemente plana. Presenta fachada a dos calles, paralelas entre sí, con una longitud de 26,95 m a Avda. de la Bajamar y de 9,62 m a Avda. Micaela Aramburu de Mora. Los restantes linderos son medianeros con las parcelas colindantes.
La edificación se desarrolla en tres plantas de altura más entreplanta y ático, y con un programa de 30 viviendas y dos locales comerciales, más una planta sótano, con 28 plazas de aparcamiento y 15 trasteros.
El programa se reparte en dos cuerpos cuyo trazado sigue las alineaciones de las dos calles donde presenta fachada, separados por un espacio libre interior. Este espacio, que conecta con ambas calles de acceso mediante sendos pasajes, realiza funciones de distribuidor hacia cada uno de los tres núcleos de escalera previstos.
El espacio libre satisface las condiciones y características que la normativa del Plan exige a lo que denomina patio principal, de modo que admita viviendas interiores.
La edificación se acomoda asimismo según los requerimientos de los huecos abiertos en una de las medianeras. De este modo, se configura un patio en L, constituido por un espacio principal de planta rectangular, situado entre las dos medianeras laterales, de 7 m de anchura, y de cuyo extremo parte un segundo espacio a modo de calle interior, al objeto de respetar los huecos de la edificación colindante abiertos sobre el solar.
La posición del patio principal y la incorporación de dos patios de luces de 12 m² permite que todas las viviendas disfruten de doble orientación y ventilación cruzada.
El esquema que se adopta permite desarrollar viviendas profundas y con poco ancho de fachada, lo cual rentabiliza la fachada disponible con vistas a que la edificación albergue un mayor número de viviendas, garantizándose en todas ellas una adecuada ventilación e iluminación.
De este modo, el cuerpo dispuesto sobre la Avda. Bajamar, desarrollado en tres crujías paralelas a fachada, cuenta con dos circulaciones verticales situadas en la crujía intermedia y cuatro viviendas por planta, de tres dormitorios en entreplanta y en planta primera, y de cuatro dormitorios en planta segunda y ático.
El segundo cuerpo edificatorio se resuelve con un único núcleo de escalera, que distribuye a cinco viviendas por planta: una exterior, de tres dormitorios y cuatro interiores, de dos dormitorios.
Los tres núcleos de distribución vertical conectan con planta sótano a través del ascensor, habiéndose previsto además una salida peatonal que comunica directamente con el exterior.
En cuanto a la composición de fachadas se ajusta en lo posible al orden de las fachadas colindantes, con materiales en consonancia con las tipologías y tradiciones constructivas de la zona. En base a ello, se ha diferenciado un basamento, que abarca planta baja y entreplanta, terminándose las plantas primera y segunda con un revestimiento continuo de otra tonalidad. Como remate de la edificación se recurre al mismo acabado de planta baja, que sobresale del plano de fachada como referencia a la tradicional cornisa.
Se adopta en la composición un orden modular, con huecos verticales, lo que contribuye a su integración en el casco. A modo de recercado se ha previsto un aplacado de jambas y dinteles, con un pequeño vuelo, lo que pretende ser una reinterpretación desde el presente de los balcones tradicionales.